martes, 20 de diciembre de 2011

El consumo de los más pobres es diferente.

La alimentación en los hogares catalanes 2010

Una alimentación suficiente y saludable

El 1992 en la Declaración de Barcelona sobre los derechos Alimentarios del hombre, en la cual participó el Banco de los Alimentos, se declaró por vez primera que “Todo ser humano tiene que tener derecho a una alimentación suficiente y saludable”.

En Cataluña, uno de cada cinco catalanes es pobre, según el Instituto de Estadística de Cataluña, de estos unos 600.000 se encuentran en situación de pobreza extrema con graves dificultades para disponer de una alimentación suficiente, debido a que los gastos fijos, especialmente los relacionados con la vivienda superan el 50% de su renta. Hoy en día, los gastos en alimentación representan solamente un 14% de los gastos del hogar.
Paralelamente, en el mundo occidental ha despertado un especial interés en un modelo de alimentación mediterránea por su efecto frente las enfermedades derivadas de una alimentación desequilibrada. Desgraciadamente, la llamada dieta mediterránea definida básicamente por un elevado consumo de fruta, verdura, pescado, y aceite de oliva se va degradando. El Banco de los Alimentos tiene que tener en cuenta esta realidad para poder ofrecer alimentos que restituyen a los más necesitados los alimentos que permiten tener una dieta suficiente y saludable. Es por este motivo que analizaremos rápidamente la alimentación en los hogares catalanes utilizando la encuesta que realiza el Ministerio de Agricultura, por lo que se refiere al año 2010.

Principales alimentos consumidos (550Kg por persona por año)

Si no tenemos en cuenta las bebidas (alcohólicas y gaseosas), el consumo por cápita es de unos 550 Kg por persona por año.               
Los dos grupos preponderantes; fruta y huerta y leche y derivados ya representan un 53% de los alimentos consumidos. A fruta y huerta con un consumo de 188,5 Kg suponen un 35% y leche y sus derivados suponen un 19%. En un segundo nivel les siguen la carne y el pan, y a tercera división llegan los productos preelaborados, aceite, pescado fresco y huevos, todo esto complementado por una amplia gamma de los demás productos.


Consum per càpita Kg. 2010
Fruta
113,3
Aceite
13,1
Huerta
75,2
Carne  transf
12,2
Leche
68,7
Pescado fresco
11,6
Carne
55,8
Huevos  kg
8,0
Derivados lácteos
35,9
Pasta
5,3
Pan
33,1
Arroz
4,2
Platos preparados
15,3
Cons  pescado
4,2
Fruta  huerta Transf
14,2
Legumbres
3,8
Vinos
13,3
Azúcar
3,5
Pastelería
13,2
Frutos secos
3,3

La resta de productos situados por debajo de los 5Kg de consumo por persona y año, complementan la paleta con unos 10 colores que permiten una gran variabilidad de los platos y consumo alimentario, tal y como se puede observar en las estanterías de los supermercados y tiendas de proximidad.  

El Banco de los Alimentos tiene que tener en cuenta esta realidad para poder combinar la distribución de productos secos de larga duración, con productos frescos muy exigentes por el mantenimiento de la red de frío a lo largo de todos los eslabones de la distribución. La cadena solidaria se debe complementar con una cadena de distribución moderna, higiénica, y de calidad. Los más necesitados, son los que precisan de mejores tecnologías y mejor seguridad alimentária debido a la precariedad de sus cocinas.


 Coste del consumo de los alimentos: 1.560€ persona y año.

Si no tenemos en cuenta las bebidas (alcohólicas y gaseosas) el coste del consumo por persona es de unos 1.560€ por persona por año.

Ahora es la carne con el 28% de los gastos el grupo que se sitúa en primera línea seguida de los dos grupos de mayor consumo: fruta y huerta (18%) y la leche y sus derivados (13%). Estos ya representan el 55% de los gastos y son productos de poca transformación. A un segundo nivel le siguen el pan, el pescado, la pastelería y los platos preparados. Más lejos encontramos un abanico de productos con un gasto inferior a los 35€ por persona y año que complementan el coste de la dieta cotidiana.

Valor anual por cápita    (€)
Carne
378,9
Cons  Pescado
39,1
Fruta
160,4
Vinos
33,1
Derivados lácteos
138,6
Fruta y huerta
30,6
Huerta
131,5
Aceite
30,3
Carne transformada
115,6
Frutos secos
21,7
Pan
87,6
Pescado congelado
21,0
Pescado fresco
84,0
Chocolates
20,7
Pastelería
67,7
Fruta y Huerta Con
20,6
Platos preparados
64,6
Cafés y infusiones
20,4
Leche
68,7
Huevos kg
15,8

Es necesario disponer de una logística de punta para aprovechar los productos de coste elevado.
Para el sistema de venta de la carne y el aprovechamiento de subproductos, el Banco de los Alimentos dispone de muy pocas recepciones de productos cárnicos, si no es en forma de productos transformados, cocinados y precocinados. La recuperación de trozos resultantes del fileteado de embutidos, es una posibilidad que se está ampliando en diversas industrias.
En el coste de la alimentación, la fruta y la huerta representan un capítulo muy importante a tener en consideración, aún teniendo en cuenta los problemas de distribución que precisan una logística adecuada, ya sea des de Mercabarna, como de los productos recibidos mediante la colaboración en la retirada prevista por la PAC.

La recepción de derivados lácteos está creciendo de forma exponencial y también precisan de una logística y red de frío rápida y eficiente. La recepción de productos  relacionados con la pastelería industrial se está ampliando pero requiere una recogida y distribución inmediata. En este sector hay buenas posibilidades de recuperación de productos congelados, como también de pan, que requiere un pleno funcionamiento de la red de frío, y la posible industrialización del proceso in situ. Es un tema que se esta estudiando por el porvenir.

La encuesta que utilizamos realizada por el Ministerio de Agricultura (MARM) se realiza sobre una base muy reducida; 2.500 encuestados. Es por este motivo que, por lo que se refiere a datos según estratos de población, se publican solamente a nivel estatal. 


Pero en grandes líneas los consumidores situados en la base de la pirámide (estatus económico bajo) son los que consumen más fruta y verdura, también más pan y curiosamente más carne, pero eso si, la de más bajo precio. Globalmente comen más cantidad de producto, necesario para responder a las necesidades de trabajos más duros.

Jordi Peix. 

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