miércoles, 27 de noviembre de 2013

La prevención de la pobreza infantil



El Banco de los alimentos es especialista en la distribución de alimentos.
Desde su fundación, ahora hace 26 años, el Banco de los alimentos se puso a disposición de las entidades benéficas, con la voluntad de especializarse en la  captación de alimentos, para que fuesen distribuidos por las entidades benéficas de acuerdo con sus necesidades. El primer punto de la carta fundacional del Banco de los alimentos es el de luchar contra el desperdicio de alimentos, de donde consigue la mayor parte de los alimentos distribuidos. El sector agrario, las industrias y la distribución son las principales fuentes de suministro de alimentos, complementados por las aportaciones de la Comunidad Europea. Las aportaciones de Alimentos de Europa tienen unas claras perspectivas de ser reducidas a la mitad el próximo año 2014.
En 2009 el aumento de la demanda fue creciente, los beneficiarios solicitantes entre 2008 al 2009 se duplicaron. Y por eso en 2009 se propuso ‘la Gran Colecta’ como una llamada a toda la sociedad catalana a participar de forma solidaria para ayudar a los más necesitados. Los resultados fueron espectaculares, constatando que los catalanes son solidarios y, actualmente, ya representan el 10% de las entradas de alimentos al Banco.

Los rostros de la pobreza han cambiado
La pobreza  no se puede reducir a una noción económica: la de las familias que están por debajo del 60% de la media de la renta, que en Cataluña representan más del 20% de su población. Por eso la misma Comisión Europea ha propuesto recientemente un nuevo método de valoración, la del AROPE (At Risk Of Poverty and Exclusion = Riesgo de Pobreza  y Exclusión), que complementa con una encuesta que incluye elementos subjetivos de exclusión y formas de pobreza. El problema es que se mide lo que se puede medir, no lo que realmente cuenta. Y quienes lo conocen son las entidades benéficas y los servicios municipales y locales de asistencia social.
La realidad de la pobreza es multiforme, ya que incluye la dificultad de disponer  de recursos esenciales, como el agua, la sanidad, la educación o la vivienda, pero también los derechos a la seguridad, el respeto de los derechos del hombre o la participación en la democracia. Nos resulta muy difícil a las personas que estamos cerca comprender este mundo tan diverso y variable. Se puede hablar de la pobreza  económica en la que se tiene en cuenta el paro, pero también de pobreza  alimentaria, aquella que nos define, de pobreza  energética, pobreza  educacional para los más jóvenes, variable según barrios o escuelas, pobreza en el trabajo con bajos salarios o el trabajo a tiempo parcial mal remunerado, de la pobreza en la formación de los cabeza de familia y hasta la pobreza de la soledad o la de los accidentados de la vida: enfermedades, adicciones o dependencias.

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En 1988, en los inicios del Banco de los alimentos el grupo más importante de demandantes eran las viudas ya que tenían que subsistir con el 60% de reversión de la jubilación del marido. Al incorporarse las mujeres al trabajo remunerado este grupo se ha ido reduciendo. En 2007 las mujeres de más de 65 años todavía representaban el porcentaje más alto de riesgo de pobreza, cuando hoy se sitúa al mismo nivel que los otros grupos. Los jóvenes menores de 16 años a lo largo de los años han asumido un % importante de riesgo de pobreza, pero actualmente los jóvenes, tanto hombres como mujeres, asumen el liderazgo de personas por debajo del nivel de la pobreza.

Las causas de la pobreza  son multiformes: no se puede simplificar.
La falta de trabajo, el paro, es una de las causas más visibles, pero en 2007 estábamos en tasas cercanas al 17% y la crisis aún no había atacado de lleno. La pobreza no se puede reducir a una noción económica con indicadores globales. Se mide lo que se puede medir, no lo que realmente hay que tener en cuenta.
El nuevo indicador, AROPE incluye en la encuesta de condiciones de vida, la baja intensidad del trabajo y la privación material severa con el fin de conocer la ausencia de recursos materiales esenciales donde incluye nueve preguntas, una de ellas sobre la alimentación: realiza una comida con carne, pollo o pescado cada dos días?

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Las estadísticas y encuestas tienen su riesgo y es todavía más difícil incluir, como sería necesario, nociones de seguridad, de respeto de los derechos del hombre, la participación en la democracia. En todo caso, la evolución de la tasa de riesgo de pobreza  o exclusión social permite explicitar la tendencia creciente a partir del año 2008. En 2009 el Banco de los Alimentos de Barcelona se planteó realizar “El Gran Recapte” con el fin de buscar recursos adicionales para hacer frente a la demanda que se había duplicado entre 2008 y 2009.

Cuando se trata de valores la cuestión ya no es sencilla. Puede haber una pobreza  alimentaria, una pobreza  educacional, una pobreza de trabajo (paro, trabajo precario, o a tiempo parcial, o sencillamente trabajo mal remunerado). Pero también hay la pobreza  de la soledad, y no solo de la gente mayor. O también simplemente de falta de formación para gestionar adecuadamente la familia, su presupuesto o las relaciones con la sociedad. Las entidades benéficas o los servicios sociales locales al trabajar sobre personas pueden actuar de forma más adecuada y rápida, especialmente para detectar esta “pobreza  invisible” intangible que rodea a los que ya no esperan nada de la vida.
En los países mediterráneos hay un factor que aun cuenta: el de la familia, el pueblo, la solidaridad personal, el clan o la tribu, calificadlo como queráis, pero que explica por qué no hay revueltas, cuando en los países ricos del norte con fuertes transferencias sociales, pasa lo contrario. Este hecho tiene un valor inestimable en el sentido de valores pero no se incluye en la valoración de los estudios y las estadísticas.

La pobreza  infantil no tiene entidad propia: es la de los menores que están dentro de una unidad familiar.
Desgraciadamente para Cataluña, que tiene un nivel de fecundidad inferior a la necesaria para mantener su población, la relación es directa. Cuantos más hijos se tienen más posibilidades hay de situarse en riesgo de pobreza. Y si además la familia es monoparental ya se acerca al 50% y si son dos adultos con tres o más hijos dependientes se llega al 64%.
En este sentido, para evitar la crisis de natalidad, sería necesaria una primera propuesta activa de ayuda a las familias con menores, para superar la maldición del gran economista Josep A Vandellós, en su publicación editada en 1935 titulada “Cataluña Pueblo Decadente” en la que manifiesta la urgente necesidad de aumentar la natalidad para alcanzar el progreso, recomendando que se apliquen ayudas suficientes para conseguirlo y “que el nacionalismo de los catalanes no se ha de resumir en la discusión en el café, comprar un libro en catalán o a asistir a una función de teatro en catalán”.

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Cuando los recursos faltan es fácil caer, si no se tienen más ayudas, en una posible malnutrición estructural. Las entidades benéficas, al estar cerca del problema lo tienen en cuenta en el momento de realizar la distribución de alimentos. Pero también se ha de tener en cuenta a los que ya han caído en la exclusión social y que difícilmente pueden encontrar el camino correcto. Como siempre, es de difícil cuantificación, no es suficiente con una encuesta aproximativa como es la AROPE.
Un dato que puede ser significativo es la de los más de 7.000 menores que se encuentran en casas de acogida. Eso quiere decir que estos niños han pasado por momentos en que quizás su alimentación no era correcta.

El patrimonio alimentario familiar.
El patrimonio alimentario familiar se ha construido gracias a la tradición. La cocina de la abuela ha guardado las esencias y la alimentación equilibrada. El problema lo encontramos en las múltiples “des”: desestructuración, des socialización, des institucionalización, des implantación horaria, des ritualización. Hoy, a menudo se hace una sola comida y el resto de la jornada se “pican” alimentos (patatas fritas, “chuches”...) haciendo, de manera contradictoria, que la obesidad crezca debido a la malnutrición entre la población con menos recursos, convirtiéndose en un factor social negativo, y por lo que hay que luchar contra su estigmatización. El Banco de los alimentos ha hecho un gran esfuerzo para distribuir fruta y verdura e incluso zumos de fruta, para ir complementando la dieta con vitaminas, micro elementos y fibra, o buscar nuevas fuentes de proteínas con productos de parafarmacia para complementar la dieta de la gente mayor o los enfermos.
Se han acabado las cinco comidas recomendadas: dos fuertes al día y tres más ligeras siempre con fruta. Hay familias y etnias en que los niños ya no toman comidas estructuradas. Por eso es necesario dar tanta importancia a los comedores escolares, que marcan un ritmo y definen una cultura, al menos una vez al dia. La precariedad hace también que para ahorrar a menudo se pida a mediodía un “plato único”, difícilmente equilibrado y sin fruta. Por eso precisament el Banco de los alimentos ha dado tanta importancia a suministrar “leche de continuación” a los niños, para asegurar una comida equilibrada los primeros años de vida.

Necesidad de formación: campañas en las escuelas
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El Banco de los alimentos cree en los valores, especialmente en el de la prevención del despilfarro, la lucha contra la pobreza y la defensa del medio ambiente al aprovechar los “alimentos consumibles pero no comercializables”. Estos son los tres primeros objetivos explícitos en sus estatutos. Para cumplirlos no basta hacerlos, sino que también hay que sensibilizar a la sociedad para hacerlos realidad. Por eso, hará 10 años se inició una campaña en las escuelas para sensibilizar a los más pequeños. El objetivo, sin ir más lejos, es el de darles a conocer los problemas de la pobreza  “de Ahora y Aquí”.

Hay que sensibilizarlos en evitar el despilfarro como contradicción mientras haya pobreza. Recordando que hemos de velar por el medio ambiente en el que ellos vivirán en el futuro.
La acogida de las escuelas ha sido entusiasta, y no solo piden recibir el mensaje sino que también quieren participar en las actividades propias del Banco de los alimentos, haciendo colectas entre sus familias e incluso participando como “mini-voluntarios” en las actividades del Banco de los alimentos, clasificando los productos que ellos mismos han recogido. En el caso de las colectas se les  aconseja comida infantil, para que recuerden que hay niños como ellos que no tienen que comer (prohibidas las “chuches”).
Solo hay que decir que este año hay 225 escuelas que participaran en la campaña de las escuelas y los mismos maestros desearían que se repitieran cada año.

A la búsqueda del equilibrio nutricional de lo que distribuye el Banco de los alimentos.
En 1998 el Comité de los Derechos económicos, sociales y culturales de las Naciones Unidas reconoce que la violación del Derecho a la Alimentación es un crimen contra la humanidad. Hay que distinguir entre el hambre como sensación psicológica, por la falta de aportación temporal calórica, de la búsqueda de comida, del hambre como privación o desaparición de alimentos a gran escala por un período prolongado, como ha sucedido en algún momento de la historia en Cataluña, pero no es el caso actualmente. O de la malnutrición relacionada sobre todo con la calidad y el equilibrio de valores nutricionales de los alimentos ingeridos.

Las fuentes de suministro del Banco de los alimentos son muy variadas y de difícil clasificación. Por eso, el Banco de los alimentos de Barcelona desde 1995 valora los alimentos distribuidos, tanto desde el punto de vista económico como del nutricional. Su propósito es el de suministrar información suficiente para gestionar la captación de alimentos para conseguir una dieta equilibrada para los beneficiarios del programa del Banco de los Alimentos. Se han conseguido en los últimos tres años resultados esperanzadores. La aportación de las proteínas no se aleja apenas de los valores recomendados, incluso con las lógicas oscilaciones. El porcentaje de contribución de los lípidos ha estado, a menudo, por encima de las recomendaciones, pero se ha conseguido reconducirlo y el de los glúcidos, a menudo por debajo, se va acercando cada año más al equilibrio.

Entre las causas de que las aportaciones de cada nutriente a la energía total se hayan acercado a la Recomendación Energética Diaria, pensamos que está la mejora de las nuevas fuentes de alimentos, la consolidación de la actividad en Mercabarna, la aportación de frutas y verduras por las Organizaciones de Productores Agrarios y, tal como ya hemos dicho, la recomendación del Banco para que las recogidas de alimentos en las campañas con participación ciudadana se centren preferentemente en productos básicos (arroz, pasta, legumbres,....) que son más ricos en glúcidos y proteínas que en lípidos.

El Banco de los alimentos de Barcelona ha repartido en 2013 entre los 7.950 niños (0-2 años) beneficiarios del banco de los alimentos, unos 92.000 kg de leche de continuación, tipo B y C. Este es un aspecto importante, ya que es un producto caro, que a menudo se deja de dar por el precio. Respecto a los 16.500 niños de 2 a 8 años beneficiarios, se han distribuido unos 119.000 kg de comida variada, priorizando la fruta y la verdura.

El valor total estimado de todos los alimentos repartidos por el Banco (en Euros de 2012) ha ido aumentando con los años, llegando en los dos últimos años  a poco más de 25 millones de Euros.

Jordi Peix i Massip


Annex:

domingo, 7 de abril de 2013

Un Banco de Alimentos con iniciativa: Sábados Solidarios


Los voluntarios que participan habitualmente  en las Operaciones Kilo que el Banco de Alimentos de Asturias organiza durante todo el año nos comentaban que  se les quedaba corta esa colaboración puntual de unas horas de vez en cuando, explicando a los clientes de un supermercado quiénes somos y qué hacemos o guardando lo donado en una recogida de alimentos.  Querían involucrarse más. Y nos preguntaban cómo podían ayudarnos más allá de esa Operación Kilo  sin llegar a ser voluntarios “fijos”, de los que tienen horario y  “fichan” regularmente.      


Le dimos muchas vueltas para llegar a ese voluntariado "intermedio" que iba más allá de la colaboración de un día y que no llegaba a tener una regularidad semanal, a la que muchos no podían  comprometerse por sus obligaciones diarias.  La solución nos llegó de Argentina. Allí, el Banco de Alimentos de Buenos Aires lleva organizando con mucho éxito desde hace tiempo lo que llaman “Sábados Solidarios”. La idea nos pareció  fantástica, era justo lo que andábamos buscando. Así, adaptamos su idea.  

¿Y en qué consisten exactamente nuestros Sábados Solidarios?  Durante un sábado al  mes un grupo de ocho voluntarios, reclutados por orden de inscripción, acude a nuestro almacén de Lugones, sede del Banco de Alimentos de Asturias, a conocer las instalaciones y a ayudarnos en aquellas tareas pendientes que no nos ha dado tiempo a terminar durante la semana: separación, clasificación, contabilización y almacenamiento de los productos donados.  

Nos pusimos manos a la obra hace tan sólo dos meses. Hicimos un llamamiento en nuestra página de Facebook y en Twitter a  ver qué respuesta obteníamos.  Fue estupenda y el pasado 23 de marzo organizamos el primer Sábado Solidario.

Los voluntarios llegaron con tantas ganas de participar que en tan solo dos horas (habíamos previsto cuatro) terminaron con toda la tarea  que les habíamos asignado.   Todos confesaron estar encantados echando una mano, teniendo la posibilidad de conocer a otros voluntarios con los que no coinciden casi nunca y agradecieron  poder involucrarse más  en el proceso  que empieza en la recogida de alimentos en un punto de Asturias, labor en la que algunos ya habían colaborado anteriormente.


Algunos de estos ocho voluntarios fueron con sus hijos pequeños  y el trabajo se convirtió en una actividad de solidaridad familiar.  Y aunque hubo alguien que  confesó  no tener  la sensación de haber ayudado mucho a nadie, le explicamos que sin esa clasificación y organización previa los alimentos no llegan a nuestras organizaciones beneficiarias, que son quienes reparten los alimentos entre quienes lo necesitan. Parece que se quedó  más conforme.  

Compartimos con todos vosotros esta actividad, ya que por ahora  somos el único Banco de Alimentos en España que la organiza, por si algún  Banco más se anima a programarla. De momento, nosotros ya tenemos fecha para nuestro 2º Sábados Solidario, que será el  próximo 20 de abril. De nuevo el interés está siendo enorme y puede que en el futuro ampliemos esta iniciativa a más de un sábado al mes. Dependerá de nuestros  voluntarios...   
   
Laura de Madariaga
Periodista y voluntaria en el área de Comunicación del Banco de Alimentos de Asturias (comunicación@bancaliasturias.org)

Quien ayuda a las ONG?



Involucrar a los ciudadanos en sus causas.
Así  titulaba a primera página el Magazine de La Vanguardia del día 7 de abril de 2013. La foto que llenaba la portada a todo color, era una vistosa fotografía de alimentos en el almacén del Banc dels Aliments. La imagen no es fruto de la casualidad, sino del consenso de los ciudadanos hacia las actuaciones de proximidad, “Ahora y Aquí”, que ayudan a resolver los problemas inmediatos. También lo es en el modelo empleado y participativo, basado en el voluntariado, en el aprovechamiento de recursos despilfarrados (los alimentos) y el bajo coste de las acciones. En el artículo de fondo se propone especializar-se, para autodefinir-se mejor en un campo determinado: “para exhibir resultados hay que ser buenísimo en algo”. Se alerta de una baja posibilidad de movilización en tiempos de crisis.

En España sólo el 9% de españoles aporta una cuota, mientras que en Europa se llega entre el 15 y el 30%).  

Ignasi Carreras un gran especialista en cooperación,  denuncia que muchas ONG están demasiado orientadas a conseguir dinero y aquello que se debería conseguir es la involucración de las personas a sus causas. Los ciudadanos exigen que les expliquen los objetivos y por ello es necesario saber comunicar y finalmente dar cuenta clara de los resultados.  Muchas ONG se han estancado, por no ser innovadoras en todos los campos. Es necesario colaborar con los emprendedores, tener sobre todo capacidad de movilización y finalmente incidencia política. Ello solo se consigue con  una contundente base social que en definitiva legitima su trabajo.
Necesidad de un marco legal: la ley de mecenazgo
En España, aún estamos pendientes de la actualización de la ley del mecenazgo que impulse la participación de los ciudadanos en proyecto no gubernamentales atractivos, no políticos y que merezcan el consenso de la población. La situación de crisis en España favorece la propuesta de participación activa en actuaciones de proximidad.
El argumento principal del artículo  es el recorte de las ayudas del Estado y de las Comunidades Autónomas a las ONG. Ello ha provocado en muchas de ellas una reducción de plantillas, de sueldos y lo peor de acciones. Algunas se han reestructurado para que el voluntariado asumiera más funciones. Las ONG que han resistido, son las que  mayoritariamente dependen de recursos privados. Algunas de ellas, según sus propios estatutos, limitan o no acepan aportaciones de las administraciones (Greenpeace o Amnistía internacional). La promoción en las redes sociales de solicitud de pequeñas contribuciones, cómo el crowdfunding o micromecenazgo, para proyectos muy concretos, consiguen mayor transparencia y se revelan cómo una alternativa a solicitudes sin definición.

Los bancos de alimentos han escogido el buen camino
En resumen  es necesario innovar, especializar-se, ser reconocidos por una acción determinada, saber comunicar, disponer de mayor profesionalidad, hacer participar activamente a la sociedad tener una menor dependencia del sector público,  y una mayor visibilidad social.
En la colecta de 2013 los Bancos de Alimentos de Cataluña, consiguieron reunir 13.000 voluntarios. 500.000 hogares aportaron alimentos y en un solo día re recibieron alimentos valorados en 4 millones de euros. Lo más importante de una ONG es la fidelidad a unos valores. Para los Bancos de Alimentos la respuesta ante un problema concreto y de actualidad: la pobreza creciente, es quizás mucho más importante que la discusión sobre el nivel de recursos obtenidos. La divulgación de valores es una de las tareas prioritarias del Banco de Alimentos que inició, ya hace 18 años, la campaña de divulgación de los problemas del hambre y la pobreza en las escuelas. Por lo mismo ahora ha iniciado una “ Campaña de Prevención del Despilfarro de Alimentos, que culminará el 2014, Año Europeo de lucha contra el despilfarro de Alimentos.

La respuesta es pues muy clara. Las ONG en primer lugar se deben ayudar ellas mismas: la consolidación de los valores y defensa de los derechos humanos es rentable a largo plazo.
Jordi Peix

lunes, 11 de marzo de 2013

Campaña de prevención del despilfarro alimentario: "Somos aquello que tiramos".

Actuamos por recomendación del Parlamento Europeo.

La Universidad de Barcelona y el Banco de Alimentos se han unido para actuar contra el despilfarro de alimentos que afecta a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, desde el campo hasta la mesa de los consumidores. La producción de alimentos que no consumimos conlleva un alto coste en términos ambientales, desde la utilización de energía y recursos naturales y representa un escándalo en tiempos de crisis. El Consejo Europeo y los Estados miembros deben elaborar estrategias y medidas concretas para reducir a la mitad el despilfarro de alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria para mejorar la eficiencia del sector y sensibilizar a la opinión pública.

Es necesario que los ciudadanos sean informados no sólo de las causas y consecuencias del despilfarro, sino también de las maneras de reducirlo. Hay que promover una cultura científica y civil orientada a los principios de sostenibilidad y solidaridad a fin de estimular mejores comportamientos. La experiencia demuestra que iniciativas espontáneas de asociaciones, tanto de voluntariado como de profesionales, encaminadas a difundir y materializar una cultura contraria al derroche, han tenido un gran éxito en los territorios en los que se han llevado a cabo. Es por ello que la Comisión Europea ha proclamado el 2014 "Año Europeo contra el Despilfarro de Alimentos", como un importante instrumento de información y sensibilización. http://ec.europa.eu/food/food/sustainability/causes_en.htm
Tres objetivos básicos, especialmente en tiempos de crisis
  1. - Prevenir el despilfarro en la cadena alimentaria.
Los alimentos descartados de la cadena agroalimentaria por razones económicas o estéticas o por la proximidad de la fecha de consumo siguen siendo perfectamente comestibles y   terminan eliminados como residuos, con costes económicos y medioambientales.

  1. - Reducir los excedentes alimentarios.
Son aquellos alimentos frescos o elaborados que no pueden ser distribuidos por falta de demanda, especialmente estacional tanto de los productos agrícolas cómo en los productos elaborados (alimentos de verano, de invierno, o de navidad) y son de difícil previsión. Es la mejor fuente de suministro de los Bancos de Alimentos.

       C.-Informar sobre cómo gestionar los alimentos en los hogares y sobre las fechas de consumo.

Las fechas de consumo establecidas por la legislación vigente representan una prevención sanitaria o de calidad. En varias legislaciones se prohíbe expresamente su distribución una vez pasada la fecha, (incluso de consumo preferente) como es el caso de Cataluña. La fecha de caducidad se asigna a productos elaborados en la que se prevé su ineptitud al consumo, que pueden ser causa de perjuicios a la salud.
 La fecha de consumo preferente es aplicada a alimentos elaborados, en los que a partir de una fecha determinada no guardan sus características óptimas de consumo, aunque pueden ser consumidos con la prevención de un manejo adecuado. A nivel europeo se autoriza su distribución, pero en la práctica no se realiza en los supermercados.

El Despilfarro alimentario en Cataluña.

La Agencia de Residuos de Cataluña ha realizado un excelente estudio para dimensionar el despilfarro alimentario, identificar las causas y proponer acciones para mitigarlo.

1. - En Cataluña se despilfarran: 35 kg por habitante y año.
• 262.471 toneladas de alimentos (7,5 M hab)
• Con un valor de 841 millones de Euros
• Representan el 7% de los alimentos consumidos.

2. - ¿Quién despilfarra?
• 20,3 kg corresponden a familias.
• 9,2 kg al Comercio
• 5,6 Kg en la restauración.
Nota: No se incluye el despilfarro en el comercio al por mayor, en la industria agroalimentaria o en las explotaciones agropecuarias, muy variable según campañas.


3. - Participación en el despilfarro.
Las familias un 58% del total.
El comercio de forma agregada, un 26%.
  • Los mercados municipales con un 1%.
  • Los supermercados con un 16%
  • El pequeño comercio con un 9%.
Restauración y catering 16 %.
  • Restauración privada, un 12%
  • Demanda institucional: hospitales y residencias, un 4%.
Cerca del 50% de la comida despilfarrada es causa de una gestión y conservación deficientes en el hogar y el 25% son restos del plato sin terminar.
Hay que incidir sobre todos los eslabones del ciclo alimentario, de manera coordinada con cada uno de los actores y con una combinación de instrumentos educativos, de sensibilización, técnicos, logísticos, económicos, legislativos y fiscales. 
Se debe recuperar el valor de los alimentos y concebir los restos alimentarios como un recurso.

Estrategias para mejorar la eficiencia de la Cadena alimentaria.

1. - Reducción de los excedentes en la producción, transformación, distribución de alimentos y restauración.
La mejor opción es disponer de sistemas de control de calidad que disminuyan los residuos de la producción. Cataluña es el primer clúster agroalimentario de Europa y además en 2012, en tiempos de crisis, ha incrementado sus exportaciones en un 14,3%.
 En el caso de disponer de productos "consumibles pero no comercializables" la mejor opción es la de enviarlos a los Bancos de Alimentos. Se trata de recuperar alimentos mediante acciones de proximidad, y "redes solidarias," reduciendo la huella ecológica producida por los transportes innecesarios, con el objetivo de distribuirlos a los ciudadanos que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza.

2. - Reducción del despilfarro de alimentos en los hogares.
El Mensaje: "Somos aquello que tiramos" propone un llamamiento a todos los hogares para que participen personalmente en la lucha contra el despilfarro, fomentando nuevas actitudes para participar en la lucha contra el despilfarro.

3. - Promover el compostaje de los desechos.
La generación de una propuesta de compostaje en el propio hogar, que sólo se puede proponer en un hábitat disperso,  difícilmente en las ciudades compactas, cómo las mediterráneas, dónde precisamente la generación de CO2 por unidad de superficie es una de las más altas de Europa.

4. - Fomentar una política de información y comunicación ahora y aquí.
En torno a los problemas medioambientales, centrados en la lucha contra el despilfarro a lo largo de toda la cadena alimentaria, actuando directamente en los centros de base: facultades y escuelas,  centros cívicos y medios de comunicación para alertar de la urgencia de la situación y consolidar actitudes positivas de cambio, especialmente en los hogares. Con una presencia activa en los medios de comunicación mediante noticias y consejos continuos, especialmente aquellos relacionados con la compra, la cocina y la despensa. Informar claramente sobre un problema mayor de falta de formación: fechas de caducidad y fechas de consumo preferente.
Elaborar "Manuales de buenas prácticas" para una buena divulgación para cada intervalo de edad y sector afectado. Responsabilizar a todos los actores de la cadena alimentaria, para mejorar su gestión y reducir los alimentos no comercializados. Profundizar y discutir sobre la problemática del despilfarro de alimentos mediante conferencias técnicas y científicas promocionando un sistema de vida y los hábitos alimentarios de la "Dieta Mediterránea”.

5. - Denunciar las consecuencias del despilfarro alimentario en relación al medio ambiente y la pobreza.
Sensibilizar a la sociedad y concienciar a la población y a los actores de la cadena alimentaria para reducir el impacto ambiental de los residuos orgánicos, especialmente del CO2, que inciden en el cambio climático que les afecta directamente.

6. - Colaborar con las Administraciones responsables:
Municipios, Área Metropolitana, Agencia de Residuos de Cataluña, Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, logrando sinergias para optimizar los resultados. El Parlamento Europeo pide a los Estados miembros la creación de incentivos económicos, destinados a limitar el despilfarro de alimentos.

Universidad de Barcelona
Banco de Alimentos

La alimentación en los hogares catalanes en 2010



Una alimentación suficiente y saludable.

El 1992 en la Declaración de Barcelona sobre los derechos Alimentarios del hombre, en la que participó el Banco de los Alimentos se declaró por primera vez que “Todo ser humano debe tener derecho a una alimentación suficiente y saludable".

En Catalunya uno de cada cinco catalanes es pobre, según el Institut de Estadística de Catalunya, de ellos unos 600.000 se encuentran en situación de pobreza extrema con graves dificultades para disponer de una alimentación suficiente, debido a que los gastos fijos, especialmente los de vivienda, superan el 50% de su renta. Hoy los gastos  en alimentación representan solamente un 14% de los gastos  del hogar. Paralelamente un modelo de alimentación mediterránea ha despertado un especial interés en el mundo occidental por su efecto ante las enfermedades derivadas de una alimentación desequilibrada. Desgraciadamente la llamada dieta mediterránea, definida básicamente por un elevado consumo de fruta, verdura, pescado y aceite de oliva se va degradando. El Banco de los Alimentos debe tener en cuenta esa realidad para poder ofrecer alimentos que restituyan a los más necesitados los alimentos que permiten mantener una dieta suficiente y saludable. Para ello vamos a analizar rápidamente la alimentación de los hogares catalanes utilizando la encuesta que realiza el Ministerio de Agricultura, referida al año 2010.

Principales alimentos consumidos. (550 Kg por persona y año).

Sin tener en cuenta las bebidas (alcoholes y gaseosas), el consumo per cápita es de unos 550 Kg por persona y año.



Los dos grupos preponderantes: fruta y hortalizas por un lado y  leche y derivados por otro, ya representan un 53% de los alimentos consumidos. Fruta y hortalizas con un consumo de 188,5 Kg suponen un 35% y el de leche y derivados un 19%. A un segundo nivel le siguen la carne y el pan, y en tercera división llegan los productos pre-elaborados, el aceite, el pescado fresco y los huevos, todo ello complementado por una amplia gama de los demás productos.



Consumo per cápita Kg. 2010
Fruta 
113,3
Aceite
13,1
Hortalizas
75,2
Carne  transf.
12,2
Leche
68,7
Pescado fresco
11,6
Carne
55,8
Huevos  kg
8,0
Derivados lácticos
35,9
Pasta
5,3
Pan
33,1
Arroz
4,2
Platos preparados
15,3
Cons.  pescado
4,2
Fruta  hortal. Transf
14,2
Legumbres
3,8
Vinos
13,3
Azúcar
3,5
Pastelería
13,2
Frutos secos
3,3

El resto de productos situados por debajo de los 5 kg de consumo por persona y año, complementan la paleta con unos 10 colores que permiten una gran variabilidad de las comidas y consumo alimentario, como se puede observar en los estantes de los mercados, supermercados y tiendas de proximidad.

El Banco de los Alimentos ha de tener en cuenta esta realidad para poder combinar la distribución de productos secos, de larga conservación, con productos frescos mucho más exigentes en su mantenimiento con red de frío a lo largo de todos los estadios de la distribución. La cadena solidaria debe complementarse con una cadena de distribución moderna, higiénica y de calidad. Los más necesitados, son los que precisan de mejores tecnologías y mayor seguridad alimentaria debido a la precariedad de sus cocinas.

Coste del consumo de los alimentos: 1.560 € persona y año.
Si no tenemos en cuenta las bebidas (alcoholes y gaseosas) el coste de consumo es de unos 1.560 Euros por persona y año.



Aquí es la carne, con el 28% del gasto, el grupo que se sitúa en primera línea seguida de los dos grupos de más consumo: fruta y hortalizas (18%) y la   leche y derivados (13%).  Estos ya representan el 55% del gasto y son productos con poca transformación. En un segundo nivel le siguen el pan, el pescado, la pastelería y los platos preparados. Ya más lejos hay un abanico de productos con un gasto inferior a los 35€ persona y año que complementan el coste de la dieta cotidiana.

Valor anual per cápita    (€)
Carne
378,9
Cons.  pescado
39,1
Fruta
160,4
Vinos
33,1
Derivados lácteos
138,6
Fruta y hortalizas T
30,6
Hortalizas
131,5
Aceite
30,3
Carne transformada
115,6
Frutos secos
21,7
Pan
87,6
Pescado congelado
21,0
Pescado fresco
84,0
Chocolates
20,7
Pastelería
67,7
Fruta hortalizas Con
20,6
Platos preparados
64,6
Cafés infusiones
20,4
Leche
68,7
Huevos kg
15,8

Debe disponerse de una logística de punta para aprovechar a ser posible los productos de mayor precio.
Para el sistema de venta de carne y el aprovechamiento de subproductos, el Banco de los Alimentos dispone de muy pocas recepciones de productos cárnicos, si no es en forma de productos transformados, cocinados y precocinados. La recuperación de cabezas y puntas resultado del fileteado de embutidos, es una posibilidad que se está ampliando a diversas industrias.
En el coste de la alimentación, la fruta y las hortalizas representan un capítulo muy importante a tener en cuenta, atendiendo a los problemas de distribución que precisan de una logística adecuada, ya sea desde Mercabarna, como de otros productos recibidos a través de la colaboración en la retirada prevista por la PAC.

El aprovisionamiento de derivados lácticos está creciendo de forma exponencial y también precisan de una logística y red de frío rápida y eficiente. La recepción de productos relacionados con la pastelería industrial se está ampliando pero necesita una recogida y distribución inmediata. En este sector hay muy buenas posibilidades de recuperación de productos congelados, como también de pan, que requiere un pleno funcionamiento de la red de frío y la posible industrialización del proceso in situ. Es un tema que se está estudiando para el futuro.

El consumo alimentario de los pobres es distinto.
La encuesta que utilizamos, realizada por el Ministerio de agricultura (MARM) se realiza sobre una base muy reducida 2.500 encuestados. Es por ello que en lo que respecta a datos según estratos de población se publican sólo a nivel estatal. Pero en grandes líneas los consumidores situados en la base de la pirámide (estatus económico bajo) son los que consumen más fruta y verdura, más pan también y curiosamente más carne, pero, eso sí, la de precio más bajo. Globalmente comen mayor cantidad de producto, necesario para responder a las necesidades de trabajos más duros.
Jordi Peix.