Celebraciones y solidaridad
Hace poco, un amigo asistió a un
banquete de celebración donde había unos convidados especiales. El banquete no
era especialmente abundante: se evitaba el malgasto, pero era de muy buena
calidad. La celebración lo merecía, era la celebración de una pareja feliz,
después de 50 años de matrimonio. Estaban los hijos, los nietos, todos los
parientes y un grupo de amigos. La pareja, que había creado una gran familia, se
merecía el homenaje y había que celebrarlo.
La organización
En la entrada del restaurante, en el plano
en el que se indicaba la localización de cada mesa y de cada uno de los convidados,
había una mesa en la que todos los convidados eran del Banco de Alimentos. Cuando
todos estuvieron instalados, mi amigo miró y vio que la mesa situada en un
lugar de honor permaneció vacía durante todo el convite. Poco después, los
organizadores lo aclararon públicamente. El banquete era de celebración, de
celebración de un amor que había durado más de 25 años, cosa extraordinaria hoy
en día. Pero también era la ocasión para recordar que mientras hay gente que es
feliz, hay personas que pasan hambre.
Eran unos convidados de piedra, unos
convidados invisibles que nos recordaban uno de los problemas más importantes
que nos rodean. Unos convidados a quien a menudo no se da la palabra, pero que
de forma escandalosa nos hacen darnos cuenta de que estamos en un país donde
mientras unas personas son felices, otras sufren la exclusión social, la falta
de trabajo. Por eso, había que tenerlos en cuenta, había que ser solidarios con
ellos, forman parte de nuestra sociedad. Quizás, esta solidaria posición hacia
los más necesitados era la que había consolidado el amor de esta pareja.
Una lección de solidaridad
No se trata de dar, si no también de
compartir “Ahora y Aquí” los problemas de al lado de nuestra casa, del barrio, del pueblo,
de la ciudad. De
la gente necesitada que vive y trabaja en Cataluña. Se pusieron de acuerdo con
la empresa organizadora de la celebración y el dinero que correspondía a
aquella mesa fue enviado al Banco de los Alimentos para hacer frente a la creciente
demanda de alimentos.
Propuesta de actuación
Siguiendo este ejemplo, el Banco de
Alimentos propone a todas las empresas que se han especializado en la
realización de banquetes de bodas, bautizos, congresos, cenas de empresa, reuniones
y celebraciones que incluyan entre la relación de actividades, este tipo de
acto solidario que consolida la responsabilidad social de todas las personas y
de la propia empresa hacia los más necesitados.
Hoy, todos podemos realizar pequeñas acciones de gran impacto para participar en la lucha contra la pobreza.
Carmen Clemente
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