jueves, 29 de noviembre de 2012

El logotipo de los Bancos de alimentos : “los pajaritos que comen las migajas”.

¿Cúal es el orígen del logotipo de la Federación Europea de Bancos de Alimentos?                                 
¿Por qué un logo o logotipo?
El logotipo de los Bancos de Alimentos europeos busca mediante un gráfico o emblema ser identificado rápidamente por el público y por toda la sociedad europea como una entidad que trabaja al servicio de los más necesitados, luchando contra el despilfarro y finalmente reduciendo el impacto ambiental de todo aquello que al no tirarse, se aprovecha. Los pajaritos que comen las migajas son representativos de una actividad, la de recoger lo que sobra, lo que los bancos de alimentos, sin pedir dinero, aprovechan. 
En los cuentos de Andersen que aún representan un humanismo para los niños, la abuela enseñaba que las migajas de la mesa debían sacudir en el jardín o el balcón para alimentar a los pájaros. El diseño para facilitar su comprensión le ha dado un dibujo redondo, como un emblema que puede exhibirse en objetos, camisetas de los voluntarios, fachadas, solapas o cajas donde se dipositan las colectas. Al principio se relacionó con un texto “Banco de Alimentos”, a fin de identificar fácilmente la identidad gráfica de nuestra marca. A nivel internacional se recomienda disponer de un logotipo permanente complementado por un texto fácilmente traducible a otros alfabetos.
Está compuesto por dos pajaritos, frente a un cuenco encerrados por un círculo. Los colores acceptados son el negro para los documentos administrativos, en los que se debe ahorrar tintas y por tanto dinero, y verde para la publicidad. El verde se incorpora para recordar la lucha de los Bancos de Alimentos por la defensa del medio ambiente. En cualquier caso, y teniendo en cuenta las diferentes sensibilidades respecto a los colores, se da libertad a cada Federación de Bancos de cada país para utilizar el que crea más adaptado a su idiosincrasia.
El logotipo “los pájaros comiendo migajas” fué utilizado per primera vez en una gran campaña publicitaria, dando sentido al eslogan “1 francés de cada 100 no tiene nada para picotear”. En aquella campaña colaboraron grandes empresas de publicidad, inundando gratuitamente con 3.500 carteles las estaciones de metro y autobuses  para promover la primera colecta que se realizó en Francia. Este gran éxito aconsejó que el mismo año 1986, a raíz de la creación de la  Federación Europea de Bancos de Alimentos, el pasado año se cumplieron 25 años, se incorporase al reglamento de la misma. Fué precisamente en el Salón Internacional de la  Alimentación  de París (SIAL) al ver los posters marcados con el logotipo, cuando me interpeló la conciencia e hizo que me dirigiera al stand de la Federación Europea para obtener más detalles que nos ayudaron enormemente a constituir el Banco de Barcelona, el primero del Estado. El logotipo está registrado a nivel internacional y sólo puede ser utilizado por los Bancos de Alimentos homologados en cada país incorporado a la Federación Europea. La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) ha registrado la marca que consta del logotipo junto con el texto "Banco de Alimentos", que evidentmente también protege su traducción al catalán. Una marca es el título de propiedad que concede el derecho exclusivo para su utilización para la identificación del producto y del servicio que realiza en la sociedad..

Los logotipos y las marcas deben perdurar.
Los Bancos de Alimentos, tanto en España como en Catalunya han conseguido un 55% de notoriedad, que debe preservarse, debido al aspecto psicológico de la marca y del logotipo en la consolidación de esta notoriedad. Ese estudio se realiza anualmente, está ya preparándose el estudio de este año. En él se preguntará por los Bancos de Alimentos según nuestro distintivo de identificación permanente, en el que la experiencia de la marca resume toda la información y expectativas asociadas al servicio que realiza a la sociedad con unas calidades que la hagan especial o única.  En Catalunya las grandes marcas de alimentación tienen más de cincuenta años. Están presentes en sus tarjetas de negocio, en la web, en las cartas de presentación, en los documentos internos, en el material publicitario…Ahora es el elemento de identificación de cada voluntario, que dispone de un escudo que puede exhibir con orgullo al colaborar en una entidad que busca la utopía de un mundo mejor al servicio de los pobres.
 Una marca es pues, uno de los elementos más valiosos en el tema de la publicidad, ya que demuestra lo que el Banco de Alimentos es capaz de ofrecer a la sociedad.
Pajaritos picoteando en el patio del Banco des pués de una colecta
Un logotipo y su marca es intocable a largo plazo com lo demuestran las grandes marcas que han conseguido situarse en el mercado . El logotipo es la herramienta de impacto corporativo que usada estratégicamente, desde el momento de su creación se sitúa en el centro de tu imágen e informa a la sociedad de forma instantánea de lo que eres, y lo que representas como entidad al servicio de los más necesitados. Los Bancos de Alimentos buscan alimentos permanentemente, pues como dice un viejo refrán:                                                                             
“Es en el fondo del saco donde se encuentran las migajas”.
Jordi Peix

La lucha contra el riesgo de exclusión social nos afecta a todos.



La Comisión Europea declaró en 2010, el año de la “Lucha contra la pobreza y la exclusión social”. La Unión Europea es una de las regiones más ricas del mundo y, en cambio, al 17% de la población  le faltan los recursos necesarios para cubrir sus  necesidades básicas. Se han hecho muchas reuniones, seminarios, conferencias magistrales, pero 2010 pasará a la historia como el año en que, lejos de solucionar los problemas de la pobreza, los agudizó debido a la crisis del sistema productivo especialmente el de Europa y de los países llamados occidentales. 
La pobreza es difícil de medir: en Europa se considera pobre, la persona que dispone de recursos inferiores al 60% de la media de los ingresos de la población . Es curioso que, en casi todos los países, la pobreza, antes de transferèncias sociales, se sitúa a un nivel similar, alrededor del 20% de la población. 

La diferencia de la pobreza entre países es, precisamente, el modelo de asistencia pública y los recursos destinados a esta finalidad, reduciéndose entonces a un 17%. Los países del Norte de Europa son los más generosos. En cambio en los del Mediterráneo, hay una sustitución de la insuficiencia de los recursos aportados por la Administración, por la actitud solidaria propia de una sociedad tradicional en la que los vínculos familiares, el tipo de hábitat, los valores de vecindad y la acción de entidades benéficas permiten resolver los problemas de su entorno.
Normalmente los conceptos de pobreza y exclusión social van aparejados aunque con matices bastante importantes. La exclusión social, debido a una multiplicidad de factores, es propiamente una marginación de los sistemas de funcionamiento social; la pobreza en primer lugar, pero también a una serie de discriminaciones como pueden ser el sexo, la etnia, el color de la piel, la lengua o incluso la religión. Lo más grave del hecho de la exclusión social es la dificultad de retorno y la integración al desarrollo de la sociedad con la grave pérdida de capital social y cultural que comporta para el país. La exclusión social debe combatirse a todos los niveles, ya que lleva a un aislamiento de la persona de difícil superación, afectando la vida de las personas. Podríamos enumerar varias formas de exclusión:

-        Exclusión en la educación.
Es aquella de la que es responsable el sistema educativo público y actúa a largo plazo, y difícilmente superable nivel individual. En la provincia de Barcelona el 48,7% de  personas entre18 y 65 años tienen estudios inferiores a la ESO, aunque se ha experimentado una notable mejoría en los últimos años. El abandono escolar sigue creciendo y augura una perennidad de la exclusión en las familias.

-       Exclusión en la vivienda.
Debe replantearse profundamente el sistema, ya que en Catalunya mientras hay una multitud de viviendas vacías hay poca oferta de viviendas sociales. El 9% de los hogares de la provincia de Barcelona tienen unos costes de vivienda que superan el 30% de sus ingresos y, en más del 4%, superan el 40% (año 2000) pero, además hay  entre el 1 y el 2% que no tienen servicios esenciales y en algunos casos hay una ocupación superior a la posible.

-        Exclusión por aislamiento.
Alrededor del 1% de los entrevistados no se relacionan nunca con nadie y el 13% no explican nunca sus problemas afectivos. La salud mental devien una causa o consecuencia muy frecuente.

- Exclusión en la participación en la sociedad.
En los países mediterráneos la participación es un valor muy apreciado, pero está en crisis en zonas marginales por problemas de diferencias de hábitos y de origen de la población . Pero aún así el 34% tiene relación con los amigos, el 22% pertenecen a un club deportivo, el 13% a una asociación de vecinos y el 7% a una asociación cultural.

-        Exclusión respecto a la familia.
La familia, en Barcelona y en la mayoría de los países mediterráneos, aún es uno de los factores importantes de cohesión y autoayuda contra la pobreza. El 46% de la población  tiene frecuentes relaciones con la familia.

-        Exclusión en el ocio.
El 30% de personas de la provincia de Barcelona no van a tener vacaciones de más de dos semanas seguidas, el 30% las pasa en casa de amigos o familiares. El 65% no va nunca al teatro y el 62% nunca a museos o exposiciones.

-        Exclusión bancaria.
Más del 90% de la población dispone de una cuenta corriente. Los bancos no quieren arriesgar y por ello han endurecido las condiciones de crédito. Para evitar la exclusión bancaria se están proponiendo diversos mecanismos, mediante un fondo de garantía para impagos con participación del Estado y de las instituciones bancarias. Se trata de poder ofrecer una segunda oportunidad para reintegrarse en el sector crediticio y de volver al sistema tradicional de valores y de ética en el propio sistema bancario. El microcrédito representa una alternativa a tener en cuenta porque da el mínimo soporte necesario para relanzar responsabilidades y participación dentro del sistema económico.

-        Exclusión en la sanidad.
     Quizás uno de los problemas más graves que están apareciendo en toda Europa, ya que los costes de la asistencia sanitaria van creciendo exponencialmente y representan uno de los principales factores que inciden en la grave crisis del Estado-providencia. Después de uns años en los que se fué instaurando una cobertura universal, las dificultades presupostarias han ido limitando el derecho universal a la salud y precisamente la falta de salud es una de las importantes causas que lleva a la pobreza y a la exclusión social.

La sociedad civil sustituye a la administración
Los pobres, cada vez están más integrados en la sociedad y tienen un rol poco reconocido. Actualmente se ha generado un nuevo tipo de pobre relacionado directamente con el mercado de trabajo: el de trabajador a precario y permanentemente asistido. Se ocupan de los trabajos menos remunerados: los más degradantes, los temporales, los de tiempo parcial y participan al sostenimiento del país. Son consumidores y contribuyentes tributarios (el IVA es la principal fuente de financiación). La consolidación de un sistema de trabajo basado en la inmigración temporal y la generación de un trabajador a precario, situado en la periferia del asalariado clásico, se consolida como un modelo al servicio de la nueva economía, pero que a su vez consolida la pobreza y la exclusión social del futuro con unos costes sociales difíciles de prever, que se añaden al menosprecio social e incluso político que soportan, especialmente los que provienen de otro medio aumentado su vulnerabilidad.
La transferencia de riqueza privada mediante las asociaciones de ayuda representan un síndrome de la crisis de la sociedad salarial. El retorno de las asociaciones benéficas no es un anacronismo, es el fracaso de las sociedades democráticas que no han hecho avanzar los derechos sociales paralelamente a los  derechos políticos y civiles. Esta hipocresía es más notoria en lo que se refiere a los “sin papeles”. Se priva de sus derechos e incluso de su libertad  a trabajadores que son indispensables para el buen funcionamiento de su economía y son expulsados cuando ya no son necesarios. La asistencia no es sólo un valor que debe respetarse; es también un sistema de autoprotección y de autodefensa. La sociedad actúa en beneficio propio, ya que permite rehabilitar la actividad económica, que sean más productivos, impidiendo que los asistidos actúen fuera del sistema, reduciendo robos, actuando sobre su descendencia y principalmente, evitando sus  impulsos de rebelión.

Hay que repensar la solidaridad.
No se trata sólo de regular a los pobres mediante sistemas de ayuda económica; hay que proponer un modelo más justo de sociedad con una acción muy concreta de actuación, basada en el voluntariado y en la distribución gratuita de alimentos. El modelo de Banco de Alimentos sólo pretende asumir un único problema de la pobreza y la exclusión social: el de la alimentación, y se incluye en el marco de la participación en la lucha para conseguir un mundo más justo y solidario, que comienza por la lucha contra el hambre y acaba mejorando el medio ambiente.
No se trata sólo de exigir la mejora de los sistemas sanitarios, de enseñanza y de protección social, que nos hacen más iguales; no se trata sólo de darles respuesta de “forma compasiva”, haciendo caridad. Se trata de participar personal y directamente en la creación de un instrumento profesional y especializado en la lucha contra el hambre. La misión principal de los Bancos de Alimentos es la de luchar contra la pobreza aplicando el principio de subsidariedad que define que, quien mejor puede hacerlo, es quien está cerca de los problemas. El Banco de Alimentos está cerca de los problemas del sistema agroalimentario y apoya a las entidades que se sitúan en la vanguardia de la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Las empresas también pueden colaborar en esta lucha.
Muchas hacen como el Avaro de Molière, que “pierden mucho por no querer perder nada”. Son empresas que no quieren contratar persones víctimas de la pobreza y exclusión social. Cuando contratar personas de este perfil de población permite aumentarles la responsabilidad, asegurarles una buena integración y por tanto resultar altamente rentables. Desde el punto de vista de la empresa, luchar contra la exclusión social y la pobreza es tanto un tema de rentabilidad como de generosidad. El objetivo es superar perjuicios e instaurar nuevas prácticas que permitan a las empresas evolucionar y eliminar bloqueos a este tipo de contratación. Este proyecto coincide con el que propone el nuevo gobierno del Reino Unido, el de la “Big society”. El estado providencia, el “welfare State”, tiene unos límites definidos por la situación económica, la dificultad de penetrar en el ámbito de las capas sociales situadas en la base de la pirámide, generadas por el propio modelo de desarrollo y la ineficacia de unas ayudas que no exigen contrapartidas. La llamada a la participación de la sociedad para resolver sus propios problemas supera las acciones filantrópicas o caritativas en las que la participación es individual. Así que hace una llamada a la sociedad para organizarse a fin de resolver sus propios problemas, en la que se puede sustituir a un Estado centralizado, poco reactivo frente a las cambiantes situaciones de los problemas.

El Banco de Alimentos es una muestra de lo que se puede hacer con pocos recursos.
Jordi Peix

La Cataluña pobre.



El Banco de Alimentos de Barcelona se creó hace 25 años para hacer frente a la pobreza, mediante un método original que consiste en generar alimentos a partir de lo que, de otra forma, se desperdiciaría. En 1987 había pocos estudios sobre la pobreza.

Fue un trabajo pionero en Cataluña, que me sorprendió por su originalidad, es el que “Nova Terra” publicó en 1974: “La Cataluña pobre”, una obra colectiva de Josep Miró, Ernest Sena y Frederic Miralles que analizaron algo que no tenía interés para los nuevos economistas. Fue un trabajo novedoso en el que se demostraba claramente el crecimiento desigual de Cataluña. La pobreza se resistía en determinadas comarcas rurales y crecía vertiginosamente en los barrios marginales del Área Metropolitana de Barcelona.

Para definir ”la Cataluña pobre” se utilizaban tres indicadores básicos: el despoblamiento, la falta de  industrialización y la renta.
La pobreza la definía ..” como una situación global, derivada del hecho de que hay unos mecanismos en la estructura y en el funcionamiento de la sociedad que hacen que ciertos grupos humanos, y en consecuencia ciertos territorios, reciban solo una pequeña parte de los beneficios cualitativos y cuantitativos del progreso”.

Precisamente uno de los autores, Josep Miró, fue fundador y el primer Presidente de la Fundación Banco de Alimentos que se constituyó 13 años más tarde.
Ernest Sena fue ex-síndico de la Sindicatura de Cuentas, director general del Instituto Catalán de Finanzas y lo podéis encontrar regularmente en las páginas de economía de Wilaweb, y
Frederic Miralles fue director de Fundemuca que promueve la descentralización, el asociacionismo y el desarrollo local para los gobiernos locales de Centroamérica. Hoy, su hija Elisa, cosas de la vida, o de la familia, es voluntaria del Banco de Alimentos.



En tiempos de penurias nacionales, hubo diversas instituciones que suplieron la falta de estadísticas oficiales. Se publicaban periódicamente estudios analizando y generando propuestas, que en el momento de la reinstauración de la Generalitat permitieron actuar con una cierta rapidez. Para conocer la evolución de un país se necesitan datos de un largo periodo de tiempo, para poder seguir  la evolución de su economía y particularmente de sus comarcas. Las Cámaras de Comercio Catalanas elaboraron, primero en 1967 y después en 1987, las primeras Tablas de Balance de Entradas y Salidas (input-output) del país, que el Instituto de Estadística de Cataluña actualizó en 2001.

Más tarde, Banca Catalana inició una serie de estudios sectoriales y territoriales. Así, ahora podemos navegar entre el presente y el futuro, analizando éxitos. La Cataluña pobre aclara un aspecto que normalmente no se tenía en cuenta en estas publicaciones. La tesis central del libro era la de analizar la expansión real, con un crecimiento económico en el que la pobreza no tiende a desaparecer, sino al contrario, se mantiene y se extiende, ya que se ha hecho con beneficios y costos desigualmente distribuidos.

Pasados 35 años, según los últimos datos del Instituto de Estadística de Cataluña, la situación es parecida en cuanto al despoblamiento, a la falta  de industrialización y en la generación del PIB de dichas comarcas.
Se definía la pobreza ...” como una situación global, derivada del hecho de que hay unos mecanismos en la estructura y en el funcionamiento de la sociedad que hacen que ciertos grupos humanos, y en consecuencia ciertos territorios, reciban solo una pequeña parte de los beneficios cualitativos y cuantitativos del progreso”.


Otro de los problemas que plantean los autores es el de “la pobreza diferencial”, definida por la escasez de recursos naturales, pero sobretodo, también por la escasez de equipamientos y prestaciones destinadas a satisfacer las necesidades básicas de las personas (escuelas, transportes, sanidad).

En 1974 las diferencias entre el campo y la ciudad eran abismales. Pero también es cierto, y especialmente a partir del retorno de la Generalitat, que se ha hecho un esfuerzo muy grande por ayudar a las comarcas y los barrios más pobres. Pero la renta familiar disponible ha mejorado en las zonas rurales debido especialmente a las mejoras introducidas por el turismo de montaña y a la industrialización de la agricultura.
En cambio, en las comarcas obreras cercanas al Área Metropolitana de Barcelona la renta familiar disponible sigue manteniéndose por debajo de la media de Cataluña. En este aspecto el libro resulta un documento histórico, con archivo gráfico incluido, porque analiza los diversos “ghettos” surgidos dentro de Barcelona, a partir de la inmigración masiva de finales de los cincuenta, y  sus alrededores en barracas de autoconstrucción o casas baratas en barrios periféricos, en barrios en los que no había ningún servicio: agua potable, desagües, electricidad, mercados, escuelas o asistencia sanitaria. Yo mismo aprendí de la dura pobreza en estos barrios, donde íbamos de jóvenes a colaborar para ayudar a llevar estos servicios imprescindibles para vivir. Eso sí, hoy el paisaje ha cambiado radicalmente, aunque todo siga igual de otra forma.

Jordi Peix

El Banco de Alimentos ha de repartir alimentos equilibrados y de calidad


El Banco de alimentos presta una especial atención a la nutrición de los más necesitados, debido a que a menudo se sitúan en zonas de elevado riesgo alimentario. Por eso, ha analizado, desde 1995, la valoración nutricional de los alimentos distribuidos procedentes de una gran diversidad de fuentes de aprovisionamiento: agricultura, industrias, distribución, programas de ayuda de la Unión Europea, colectas y donaciones. Recientemente, se han presentado los resultados de 2011, en los que por primera vez los alimentos distribuidos coinciden con las recomendaciones dietéticas de equilibrio con un 60% de glúcidos, un 30 % de grasas y el 10% de proteínas.

Valoración dietética de los alimentos distribuidos en 2011
El Banco de alimentos lucha contra el despilfarro en beneficio de los más necesitados, y por eso acepta todo tipo de alimentos, con la única excepción de las bebidas alcohólicas, que sean consumibles, estén dentro de la fecha de consumo, y cumplan las normas de higiene y calidad alimentaria, que controla el Departamento de calidad. 


Para la valoración nutricional el Dr. Ramon Clotet del Banco de Alimentos dirigió el estudio “El Banco de Alimentos de Barcelona: valoración económica y alimentaria de las donaciones 1995-2000: Llebaria – Colomer - Clotet de la Fundación Bosch i Gimpera/Universitat de Barcelona, que está disponible en la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona, para subministrar información y gestionar las entradas de alimentos y conseguir una dieta equilibrada para los  beneficiarios del programa del Banco de Alimentos de lucha contra la pobreza.

Productos y cantidades de alimentos distribuidos

El primer proyecto del Banco fue el de disponer de una plataforma logística para la recepción y distribución de alimentos. Las entradas eran muy variadas y a menudo no eran complementarias. Por eso, se intentó buscar nuevos productos para intentar conseguir menús completos. Los orígenes son muy diversos, con un crecimiento irregular de aportaciones a los Estados de materias primas agrícolas procedentes de los stocks de la Unión Europea, para conseguir la estabilización de los precios agrícolas, con la condición de que fuesen destinados a los más necesitados. Esta importante participación ha permitido que el Banco de Alimentos supere las 10.000 toneladas en el 2011. Desde su fundación en 1987 el Banco de alimentos ha distribuido cerca de 100.000 toneladas de alimentos. Se considera que el límite de subsistencia se sitúa en 350 kg/persona y año, el consumo normal es de 450 kg/persona y año. La media de Cataluña es actualmente de 550 kg/persona y año excepto bebidas.

A la búsqueda de la dieta equilibrada
Para conseguir una dieta equilibrada, se valoraron los alimentos de acuerdo a sus aportaciones nutricionales, y se enfocaron las colectas y donaciones a los productos que faltaban. Las aportaciones de la Unión Europea, las más importantes, eran muy rígidas, ya que dependían de los stocks existentes. A partir de 2010 se ganó en elasticidad y se pudo mejorar los tipos de productos asignados. Se buscaron también nuevas aportaciones de las industrias y de la distribución (supermercados, plataformas logísticas y Mercabarna). Igualmente se acudió a la producción agrícola para recibir frutas y hortalizas, que permiten mejorar la dieta, básicamente en vitaminas y fibra. La operación de transformación de fruta en zumos, realizada por el propio Banco, ha permitido recuperar unos excedentes que no tienen salida en los momentos álgidos de las campañas de recolección.

Criterios de valoración nutricional
Cada alimento que se distribuye tiene asignado un código numérico que permite su valoración, y a cada código se le asigna el valor nutricional básico (cantidad de calorías y gramos de glúcidos, lípidos y proteínas correspondientes a 100 g de porción comestible). Estos valores han sido proporcionados por el Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética (CESNID), adscrito a la Universidad de Barcelona; la información se ha completado, en algunos casos, con datos facilitados por los proveedores.
En todo caso se ha de tener en cuenta que las entidades beneficiarias de los productos distribuidos por el Banco complementan, casi siempre, su alimentación con productos de otras procedencias. 

Con los datos obtenidos se ha hecho una comparación entre el porcentaje de aportación calórica de cada uno de los macronutrientes de los productos distribuidos por el Banco y los valores recomendados [Recomendación Energética Diaria, RED expresada en % de contribución de cada macronutriente a la energía total (Mahan , 1998)].

      Se observa que: La aportación de las proteínas no se aleja mucho de los valores recomendados a pesar de las notables oscilaciones. El porcentaje de contribución de los lípidos ha estado siempre por encima de las recomendaciones y el de los glúcidos, siempre por debajo. Pero los últimos años las aportaciones de cada nutriente a la energía total se han acercado a la RED. Pensamos que se puede explicar por la consolidación de la actividad de Mercabarna, la aportación de frutas y verduras por parte de los agricultores y la recomendación del Banco para que las colectas de alimentos en las campañas con participación ciudadana se centren preferentemente en productos básicos (arroz, pasta, legumbres,....) que son más ricos en glúcidos que en lípidos.
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Valoración económica
Dada la dificultad que comporta el manejo del gran número y diversidad de productos que gestiona el Banco y, para hacer una estimación del valor de mercado que representan, se han identificado en primer lugar los productos distribuidos. Y en segundo lugar, se han valorado de acuerdo con los precios homogenizados a partir de los precios de los mayoristas y la distribución, que varían desde menos de 1€/kg, para productos sin transformar, hasta los más de 3 €/kg para los transformados. Para poder realizar la comparación entre los diferentes años se han corregido considerando un valor en euros constantes de 2011. 

El valor estimado para los alimentos repartidos por el Banco (en Euros de 2011) ha ido aumentando con los años y el último año ha llegado a la barrera de los 18 a 25 millones de Euros (según se valoren como distribuidor mayorista o como supermercado). Los dos últimos años ha habido un incremento muy notable de las cantidades recogidas y distribuidas por el Banco de estas cantidades: la del 2011 ha más que duplicado la del 2007. El aumento de las cantidades gestionadas  por el Banco es debido a diversos factores; entre los más importantes está: el notable crecimiento del número de voluntarios permanentes, la actuación de la Administración a diferentes niveles, la colaboración de muchas entidades (públicas, privadas, benéficas,...), la predisposición de algunas empresas a hacer aportaciones más allá de los excedentes y sobretodo una buena respuesta ciudadana concienciada ante los problemas de la pobreza, construyendo así una "red solidaria" para la lucha contra el hambre.
Departamento de Estudios

martes, 13 de noviembre de 2012

El Banc dels Aliments, la Ciudad de la Justicia y la tierra prometida

NOV 10 Publicado por montsepromise

Yo conozco un lugar donde los buenos deseos se hacen realidad. Cada mañana paso frente a unos grandes edificios que miran al cielo llenos de ventanas, los llaman la Ciudad de la Justicia, desde el autobús imagino detrás de esas ventanas a hombres y mujeres justos, manejando leyes justas, y con la firme determinación de repartir la mayor justicia posible
Pero el mundo no es redondo ni perfecto y a menudo en la vida la balanza entre lo justo y lo injusto se inclina hacia el lado equivocado
Cada día  hay más personas y familias con dificultades económicas extremas hasta el punto de tener que elegir entre hacer frente a los recibos ó poner un plato de comida en la mesa, es difícil imaginar la situación sin que un escalofrío te recorra la espalda, tener esperanza en un mañana mejor es indispensable pero para que el mundo avance es necesario actuar, la cuestión es ¿qué podemos hacer para enderezar la balanza?
Más allá de aquellos edificios, al final de una gran avenida se encuentra el Banc dels Aliments, éste es el lugar donde desde hace mucho tiempo los buenos deseos se hacen realidad gracias al trabajo y la ilusión de muchos corazones generosos empeñados en remediar el hambre y decididos a enderezar la balanza día tras día.

Yo prácticamente acabo de llegar pero el Banc dels Aliments de Barcelona (el primero que se creó en España) lleva 25 años haciendo una labor extraordinaria de lucha contra el hambre y contra el despilfarro de alimentos en nuestro entorno más cercano a través de una gran cadena solidaria (empresas, supermercados, entidades sociales benéficas) y gracias a la dedicación de cientos de voluntarios

Si tuviera que explicarle a alguien en una frase que es un Banco de Alimentos le diría que es una organización sin ánimo de lucro basada en el voluntariado y cuyo objetivo es conseguir de manera gratuita la mayor cantidad posible de excedentes de alimentos de la industria y la agricultura para hacerlos llegar de manera gratuita y a través de entidades sociales a los necesitados más próximos
Cuando llegas al Banc dels Aliments lo primero que ves es el vaivén de camiones y furgonetas y el trajín de muchos voluntarios, y al fondo las naves, es una bendición ver las estanterías llenas de cajas y más cajas repletas de alimentos, es como tener delante la Tierra Prometida, una vista extraordinaria, me gusta imaginar en cada una de esas cajas una cara agradecida y unos ojos sonriendo

Día tras día las estanterías se vacían y como por arte de magia se vuelven a llenar, pero no es magia, es trabajo y colaboración, el trabajo incansable del Banc dels Aliments para convencer cada vez a más empresas que donen sus excedentes de alimentos (que de otra manera irían a la basura) y la colaboración de cada vez más empresas que optan por donar sus excedentes en vez de destruirlos, lo que además contribuye a preservar el medio ambiente (1 tonelada de alimentos destruidos produce 4,5 toneladas de CO2), con lo cual el Banc dels Aliments también hace una gran labor medioambiental
Es impresionante ver en acción toda la gestión logística de recepción, clasificación y distribución de alimentos, un grandísimo trabajo diario que se traduce en muchos platos de comida para los necesitados más próximos, el año pasado el Banc dels Aliments de Barcelonalogró distribuir 10 millones de kilos de alimentos a más de 300 entidades benéficas sociales
Pero aún hay más, el programa “Escoles” es una iniciativa del Banc dels Aliments de Barcelonacon la que mediante charlas en colegios e institutos trata de concienciar y sensibilizar a los más jóvenes sobre la pobreza más próxima, el hambre y el despilfarro de alimentos y la preservación del medio ambiente, además de dar a conocer la labor social y el funcionamiento del Banc dels Aliments, los alumnos que visitan las instalaciones incluso hacen de voluntarios, y finalmente se trata de lograr que alumnos y profesores se impliquen asiduamente en campañas de recogida de alimentos en los centros escolares, sin duda una gran labor pedagógica que no ha hecho sino aumentar mi admiración por el Banc dels Aliments, no olvidemos que todos estos chicos y chicas son las generaciones del mañana

Mi labor en el Banc dels Aliments está en la retaguardia, subiendo una escalera a mano izquierda, cada día subo la escalera escuchando las últimas notas de alguna canción de ya os imagináis quien, antes de los últimos peldaños desconecto auriculares, doy los buenos días y…  empieza mi “trabajo”, (si se puede llamar trabajo a sentirse bien), mi “trabajo” es un pequeñísimo eslabón en esta gran cadena solidaria

Me alegro enormemente de haber elegido esta fundación para poner mi granito de arena por un mundo mejor y desde aquí me gustaría animar a todo el mundo que también quiera poner su granito de arena a que participe en alguna de las campañas de los Bancos de Alimentos, un pequeño gesto solidario puede  convertirse en una gran ayuda y a la vez proporcionar una gran satisfacción personal
Los próximos días 30 de Noviembre y 01 de Diciembre tenéis la oportunidad de participar en la mayor campaña de recogida de alimentos del año, el Gran Recapte, una campaña de los cuatro Bancos de Alimentos de Cataluña en la que miles de voluntarios están en mercados y supermercados recogiendo las donaciones que hace la población, desde su primera edición en 2009 año tras año la respuesta ciudadana ha sido espectacular

El año pasado gracias a la implicación de miles de personas, 7.500 voluntarios recogimos 1.100 toneladas de alimentos básicos (legumbres secas, pasta, leche, aceite, latas de conservas…) que se hicieron llegar a más de 200.000 personas necesitadas. Este año el Banc dels Aliments se ha propuesto alcanzar la cifra de 10.000 voluntarios y llegar a las 1.400 toneladas, y estoy convencida que lo vamos a conseguir.
“Ho farem junts: feu-vos voluntaris del Gran Recapte (Banc dels Aliments)”
 
Si queréis donar alimentos durante el Gran Recapte habrán más de 800 supermercados y mercados en toda Cataluña donde podréis hacerlo y si queréis ser voluntarios en esta campaña solo tenéis que entrar en este enlace:
http://www.bancdelsaliments.org/ca/voluntari/_puntual:true/ os aseguro que os sentiréis enormemente felices de haber participado.

El pasado mes  de abril el Banc dels Aliments de Barcelona fue galardonado con la Creu de Sant Jordi, uno de los máximos reconocimientos otorgados por la Generalitat de Catalunya y en septiembre la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) fue galardonada con elPremio Príncipe de Asturias de la Concordia reconociendo el esfuerzo altruista y la gran labor social que realiza, la FESBAL integrada por los 54 Bancos de Alimentos de toda España, repartió el pasado año 104 millones de kilos de alimentos de forma gratuita .Mañana una gran avenida me llevará de nuevo al Banc dels Aliments, ese lugar donde los buenos deseos se hacen realidad.
Un abrazo a todos mis compañeros y compañeras del Banc dels Aliments, Un saludo a todas las personas de espíritu solidario

Y para terminar una canción del Boss,  hace muchos años que Bruce Springsteen colabora muy activamente con los Bancos de Alimentos haciendo donaciones económicas, prestando su imagen para campañas de publicidad, y animando al público en sus conciertos a que colaboren con los Food Banks, su implicación no tiene límites
The Promised Land – Bruce Springsteen. (Barcelona 2003) 
                      



El derecho a la alimentación

 Derechos humanos: antecedentes.
Declaración Universal de los derechos humanos de 1948:

Art. 25/1: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, como a toda su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. También tiene derecho a la cobertura social en caso de paro, enfermedad, invalidez, viudedad, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias ajenas a su voluntad.


Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974
Los Gobiernos que participaron en la Conferencia proclamaron “que todos los hombres, mujeres y niños tienen el derecho inalienable a no sufrir hambre y malnutrición para poder desarrollarse plenamente y conservar sus facultades físicas y mentales.


Cumbre Mundial sobre alimentación de la FAO de 1996
Se declaró “el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos en consonancia con el derecho a una alimentación apropiada y con el derecho fundamental de toda persona a no pasar hambre”

1.- Luchar contra el hambre es de  justicia social:
En primer lugar hay que defender unos servicios públicos adecuados que permitan cumplir con el derecho de toda persona a tener accesos a alimentos sanos y nutritivos. Los Gobiernos han de cuidar especialmente a aquellos accidentados de la vida, los excluidos sociales, porque es de derecho y justicia. No solo con el objetivo de cumplir los derechos fundamentales de la persona humana, sino porque finalmente, serán muy útiles a la sociedad y a la economía.
La democracia electoral hace que el "pueblo decida" y por lo tanto ha de obligar a sus gobernantes a cumplir los derechos fundamentales de la persona. Hay que poner algunos ejemplos: un kilómetro de AVE equivale a lo que el Estado español recibe de Europa en ayudas alimentarias para ayudar a los “más necesitados”..

2.- La democracia participativa es una alternativa:
Actualmente, tanto en nuestro país como en toda Europa, en mayor o menor grado, la pobreza sigue aumentando desde los inicios de la llamada crisis económica. Los servicios sociales no dan abasto y las transferencias sociales no han aumentado adecuadamente para hacer frente a los nuevos problemas. 

Cuando las transferencias sociales no son suficientes, hay que continuar exigiéndolas con más fuerza que nunca. Y además es necesario responsabilizarse tanto individualmente como colectivamente para poder complementar aquello que falta. La democracia participativa quiere decir  también asumir responsabilidades, especialmente locales, para poder aplicar medidas paliativas.

3.- Cada colecta pública de alimentos es un grito de alerta a los gobiernos
En los últimos dos años, la Gran colecta ha coincidido, con una semana de diferencia con unas elecciones. Los Bancos de Alimentos de Cataluña realizan “La Gran Colecta” con el objetivo de recoger alimentos para los que padecen hambre o malnutrición y así poder cumplir con los derechos humanos. Si hay que llamar a toda la sociedad para poder enfrentar un grave problema, es que lo que se propone en los programas electorales no es suficiente. Una colecta pública representa una advertencia a los Gobiernos.

4.-La red solidaria es un modelo de actuación.
Se propone un nuevo modelo local y enraizado en la ciudad, el pueblo y el barrio. Es un modelo que los sistemas “Administrativos” no pueden abarcar. Las entidades benéficas, asisten a los más necesitados de su entorno y estas son asistidas bien por el Banco de Alimentos o por los propios supermercados, mercados municipales, tiendas o gente del barrio que vive o trabaja cerca del problema. No es un problema de ideología es un problema de valores y de sentimientos. Quizás es que la sociedad civil ha madurado mucho más que la sociedad política.

5.- Se han redescubierto nuevas estructuras sociales: la familia, el Clan, la tribu, el pueblo
En los países mediterráneos y especialmente en Cataluña, donde el asociacionismo es una demostración de una realidad que tiene vida, existe una estructura social muy dinámica, que funciona y que actúa directamente en su ámbito más cercano, donde todavía afortunadamente se mantienen relaciones humanes. La familia, el Clan, la tribu, el pueblo o los mismos trabajadores que trabajan en una misma empresa, han reaccionado asumiendo el problema. Lo vemos cada día en el Banco. Sus actuaciones han permitido reducir tensiones y lo más importante dar respuesta inmediata a las situaciones más cercanas.

6.- La caridad es una respuesta tradicional y solidaria que se ha reforzado.
La acción de dar y compartir problemas y soluciones, es un valor histórico recogido en todos los textos sagrados, que han marcado todas las religiones: la cristiana, musulmana, Taoísta, budista y incluso en los movimientos revolucionarios. 
Es un deber de todo creyente, es un valor de la sociedad, recogido ahora en los derechos humanos y es una respuesta a la seguridad alimentaria. Es un humanismo que no se puede perder y unos valores que se encuentran en a la base del voluntariado. Hay que decir que se ha modernizado y ha ganado en efectividad buscando objetivos globales a largo plazo y superando individualismos han generado redes solidarias. Vemos muchas veces que se contrapone la justicia social con la caridad, cuando es precisamente una respuesta positiva a la falta de justicia social.

7.-Responsabilidad Social Corporativa:
El mundo cambia, las empresas buscan mejores resultados con sus acciones de comunicación y ven que sus clientes, los consumidores, tienen problemas que hay que solucionar para que sigan siendo consumidores. La sociedad ha incorporado nuevos valores en sus estándares de consumo. El concepto de Responsabilidad Social Corporativa es el mejor barómetro de los cambios de la sociedad, ya que tiene en cuenta a estos consumidores que han asumido nuevos conceptos, nuevos valores, relacionados con el mundo en que vivimos. En el mismo sector de la alimentación casi un 30% de los consumidores valoran las actitudes de las empresas en su comportamiento dentro de las propias empresas, así como en el mundo local, y en el mundo global. Las empresas que han introducido la Responsabilidad Social Corporativa están logrando mucho mejores resultados que las que no tienen todavía en cuenta la necesidad del cambio empresarial.

8.- El Banco de los alimentos lucha contra el despilfarro
En este análisis en la aplicación  de los Derechos Humanos, quizás no sería necesario hablar del Banco de alimentos que los incorporó en su carta fundacional, antes de que se aludiera a ellos claramente en la última incorporación. La realidad es que conseguir su complimiento es una tarea cotidiana, dura y a largo plazo. Ya sea en los propios Bancos de alimentos, como en su realidad inmediata. Pero lo que hay que destacar es su valor añadido, el de la “Lucha contra el despilfarro”, no solamente de alimentos sino también de personas. 

Los alimentos que distribuye, y las persones que colaboran con el Banco, forman parte de una recuperación de lo que es útil a la sociedad. El voluntariado se puede ejercer en muchas asociaciones, pero en el Banco de alimentos forma parte de sus principios. No es nada sencillo trabajar con personas voluntarias que se incorporan a una estructura no usual, donde la persona es más importante que la jerarquía, pero en la que la división del trabajo sigue siendo necesaria. Lo mismo pasa con los alimentos, que al no ser aprovechados, representarían un importante costo de destrucción y lo más vulnerable: un costo medioambiental importante. Así, se ha generado un nuevo modelo de bajo costo, con beneficios directos hacia los más necesitados. Lo que se valora es la persona y el producto rechazando la primacía del dinero.

La pobreza tiene muchas caras, así como los modelos de lucha, todos ellos respetables. Es cierto que actualmente vivimos en Cataluña en una situación “de estado de excepción” y por eso es necesario que los ciudadanos se movilicen para intentar superar esta crisis. Pero la pobreza estructural será permanente y en un mundo global es un problema muy grave. Por eso hay que reforzar lazos y modelos, para darle respuesta.

Jordi Peix i Massip